Rutas cerveceras

“La cerveza artesanal se sirve bien fresca, no bien fría”

En charla con algunos integrantes de la Ruta de la Cerveza Andina, tratamos de esclarecer el secreto de la temperatura y la cantidad de espuma a la hora de servir la cerveza.

A muchos lo primero que se le viene a la cabeza a la hora de tomar una buena cerveza es que debe estar “bien helada”. Sin embargo, al poco indagar con maestros cerveceros de Mendoza descubrimos que esa consigna está lejos de lo ideal.

Para empezar, lo primero que hay que tener en cuenta que la forma de disfrutar una cerveza depende la costumbre de cada lugar. “En Inglaterra se estila servir la cerveza con un hilo de espuma” cuenta Eduardo Maccari, de Cervecería Jerome. “Si pedís una cerveza con espuma en Londres puede que te miren muy mal” asegura. Por su parte, en Alemania la costumbre es otra, en “Colonia, continúa Eduardo, dependiendo del tipo de vaso, la espuma puede ser un tercio del mismo y en Munich, un poco menos” resalta.

En cuanto a la temperatura, hay que tener en cuenta que la cerveza artesanal es un producto que se fermenta a temperatura ambiente y se madura en sótanos

“La regla dice que para las bebidas fermentadas, la temperatura de servicio es la de guarda”, cuentan desde Jerome.

Si bien las cervezas industriales, que están pensadas en su mayoría para saciar la sed y refrescar, la temperatura ideal sería los cero grados; en el caso de las artesanales, la ecuación cambia, “la mejor temperatura es a 9 o 10 grados”, cuenta Eduardo.

Al final de cuentas, los especialistas en cervezas pueden aconsejar condiciones óptimas para disfrutar de una buena cerveza, pero son los usos y costumbres de cada lugar los que definen los modos. Y en ese sentido, hay que mencionar que Argentina no tiene una cultura cervecera de larga data, sino que toma aspectos de Europa o EE.UU, incluso Brasil, en donde la costumbre es tomarla bien helada, panza arriba y con buena compañía junto al mar.

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